viernes, 5 de agosto de 2011

Cómo arruinar el lenguaje...
¿Qué haremos sin la eñe, ah?...
A raiz de los disparates y galimatías que se ven a diario en la internet, tanto en los mensajes de correo, como en los de los chateadores y en las cuentas virtuales de facebook y twitter, nada más oportuno y contundente que este video que traigo a colación:


Me cuentan...
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domingo, 24 de julio de 2011

¡Yo te "aperturo", tú me "aperturas", él nos "apertura"!...
El sector financiero ahora “banquea” el lenguaje
Cita: “Diligencie este documento para aperturarle la cuenta…”. (Frase escuchada –día a día, minuto a minuto– a los asesores de piso de las entidades bancarias).
Corrección: “Diligencie este documento para abrirle la cuenta…”.
Comentarios:
a). El diccionario de la Real Academia Española no registra ese término. Es un vocablo inventado en el sector bancario para adornar, innecesariamente, su jerga particular.
b). El error se origina, y se ha arraigado, en la manía de inventar, o mejor, rebuscar verbos tomados de sustantivos. Unos pocos ejemplos: de chatarra, "chatarrizar"; de dirección, “direccionar”; de escopolamina, “escopolaminar"; de recepción, “recepcionar"; de tugurio, “tugurizar”; etc., etc., etc. Un prestigioso y reconocido oftalmólogo de Cali –para atacar una uveitis– recomendó: “Lo mejor es ‘isoptoatropinar’ ese ojo”, por: “Lo mejor es aplicarle Isopto atropina…”.
c). Como el mal ejemplo cunde, ya los clientes no se acercan a los bancos para que les abran cuentas, sino… ¡para que se las “aperturen”!
d). Y una alianza de varios bancos acaba de inventar, y de poner en circulación desde el pasado 27 de junio, el término “banquear”, como una estrategia para atrapar más clientes; cuando banquear –en gracia de discusión, porque tampoco existe– solo sería el desmonte de un terreno en planos escalonados.
e). Por poco no promocionan el de ‘blanquear’, para los recaudos de… ¡dinero sucio y mal habido!
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jueves, 5 de mayo de 2011

Aparente sinonimia
Bufete ¿o consultorio?
Cita: ”No se justifica que estos profesionales se dediquen a hablar más de media hora por sus celulares, teniendo el bufete lleno de enfermos que van  desesperados a consultarles los males que les aquejan”. (Reflector, publicación mensual de Cali, IV/11, pág. 6).
Corrección: “No se justifica que estos profesionales se dediquen a hablar más de media hora por sus celulares, teniendo el consultorio lleno de enfermos…”.
Comentarios: 
a). Bufete es el estudio o despacho de los abogados. También se conoce con este término la clientela de los jurisconsultos.
b). La confusión quizá radique en que un bufete es un consultorio, aunque de aspectos legales.
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jueves, 17 de febrero de 2011

Qué ¿o de qué?

El dequeísmo
Empleo indebido del ‘de que’, cuando el régimen verbal no lo admite; p. ej.: “Le dije de que viniera”.
Se trata de una incorrección originada (o de mayor uso) en Argentina: “Creo de que somos el mejor equipo” - “Opino de que vamos a ganar el partido” - “Pienso de que somos los más grandes futbolistas”, en lugar de las formas correctas: “Creo que somos el mejor equipo” - “Opino que vamos a ganar el partido” - “Pienso que somos los más grandes futbolistas”.
Mnemotecnia
Existe una fórmula simple para averiguar si se incurre en dequeísmo:
* Volver pregunta la frase afirmativa. Cuando en la pregunta no cabe la preposición ‘de’, en la frase original tampoco puede ir.
Veamos: “Me dijo que vendría”. ¿Qué te dijo? –y no, ¿de qué te dijo?–; “Me contestó que sí lo necesitaba”. ¿Qué te contestó? –y no, ¿de qué te contestó?–.
Observe que la pregunta –bien formulada– no puede llevar la preposición ‘de’, luego la frase tampoco la admite.
“Antidequeísmo” o “dequefobia”
Temor infundado a caer en el dequeísmo, lo que incita a eliminar la preposición ‘de’ en frases que sí la tienen que llevar: “Estoy convencido que…” - “Estoy harto que…” - “Estoy seguro que…”, cuando las formas correctas son: “Estoy convencido de que…” - “Estoy harto de que…” - “Estoy seguro de que…”.
* Luego –aplicando la fórmula mnemotécnica, y contrario al dequeísmo– cuando usted puede preguntar ‘¿de qué?’, la respuesta tiene que llevar la preposición ‘de’ (¿De qué estás convencido? - ¿De qué estás harto? - ¿De qué estás seguro? Si no les pone ‘de’ incurre en lo que yo he llamado "antidequeísmo" o “dequefobia”.
Otro procedimiento consiste en reemplazar, en la frase afirmativa, la conjunción completiva ‘que’ por el pronombre neutro ‘eso’. Y si la oración, así formada, rechaza o exige la preposición, es porque en la frase que se examina también debe ser rechazada o exigida:
* Pienso que voy a ganar: pienso eso; no se dice pienso de eso.
* Estoy seguro de que voy a triunfar: estoy seguro de eso; no se dice estoy seguro eso.
Práctica indebida
Muchos periódicos y escritores han eliminado el uso del ‘de que‘, convencidos de que ya no existe, y sobre esto opino que no es cierto. Lo que sucede es –ni más ni menos– que se debe saber con precisión cuándo es obligatorio su empleo y cuándo no.
Frases con dequeísmo
* Yo investigué de que se trataba de un fraude.
* Yo averigüé de que estaban robando.
* Supe de que iban ir.
Les sobra la preposición ‘de’.
Frases con “antidequeísmo” o “dequefobia”
* Estoy mamado que me busquen.
* Estoy cansado que me critiquen.
* Me acordé que Gloria va a llamar.
Les falta la preposición ‘de
En frases que contengan los adverbios de tiempo ‘antes’ o ‘después’ (para los que funcionan las fórmulas mnemotécnicas de interrogación: ¿antes de qué?, ¿antes que qué?; ¿después de qué?, ¿después que qué?) se debe preferir la forma ‘de que’: “Me voy antes de que llegue el jefe” - “Vine después de que habían cerrado”.
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miércoles, 5 de enero de 2011

Fenómeno climático la "Niña"

A propósito de la tragedia nacional en Colombia (XI y XII/2010)

Una producción musical para reflexionar.
¡Sobran las palabras…!
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