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lunes, 1 de julio de 2013

El "antidequeísmo"


La "dequefobia” 
Citas:
1. "De lo que sí estamos seguros es que cuando crees...". (Banoccidente  y Superintendencia Financiera de Colombia, difusión permanente, aviso robapágina diferentes medios periodísticos; y "jingle" para radio y televisión:
2. “La madre de Jhon Édwar Jaramillo está segura que una de las víctimas es su hijo” (…) “El padre de Jesús David Ayala está seguro que los otros restos son los de su hijo”. (Orden, Valle, Buenaventura, 19-VI/13, pág. A8).
3. “Estoy convencido que un pensamiento sutil hace más por la existencia que una pedrada en el ojo…”. (Ó, Castillo de proa, Medardo Arias Satizábal, 20-VI/13, pág. A8).
4. “El exalcalde de Cali, John Maro Rodríguez, está convencido que se ciñó a la ley…”. (23-VI/13, 1.ª pág.).
5. “… entre los progresistas hubo fiesta cuando se enteraron que la Corte Constitucional…”. (Ó, Registro, Rafael Nieto Loaiza, 30-VI/13, pág. B12).
Correcciones:
1. ... estamos seguros es de que...”.
2. “… está segura de que…” (…) “… está seguro de que…”.
3. “Estoy convencido de que un pensamiento sutil...”.
4. “… está convencido de que se ciñó a la ley…”.
5. “… se enteraron de que la Corte…”.
Comentarios:
a). ‘Dequeísmo’ es el uso indebido de la preposición ‘de’ antes del pronombre relativo ‘que’ (de que) cuando el régimen verbal no lo admite. Se trata de una incorrección originada (o de mayor uso) en Argentina: “Creo de que somos el mejor equipo”.
b). “Antidequeísmo” o “dequefobia” –presente en las citas– sería, entonces, el temor infundado a caer en el dequeísmo, lo que incita a eliminar la preposición ‘de’ en frases que sí la tienen que llevar: “Estoy harto que…”, cuando la forma correcta es: “Estoy harto de que…”.
Mnemotecnia:
Existe una fórmula simple para averiguar si se incurre en dequeísmo:
Volver pregunta la frase afirmativa: cuando en la pregunta no cabe la preposición ‘de’, en la frase original tampoco puede ir. Veamos: “Me dijo que vendría”. ¿Qué te dijo? –y no, ¿de qué te dijo?–. Si se le pone ‘de’ se incurre en el llamado dequeísmo: “Me dijo de que vendría”.
Luego –aplicando la fórmula mnemotécnica– cuando se puede preguntar ‘¿de qué?’, la respuesta tiene que llevar la preposición ‘de’ ¿De qué están seguros los padres de familia?, ¿De que está convencido el periodista Medardo Arias?, ¿De qué está convencido el exalcalde?, ¿De qué se enteraron los progresistas? Si no se les pone ‘de’ a estos interrogantes, se incurre en lo que he llamado “antidequeísmo” o “dequefobia”.
Práctica indebida:
Muchos periódicos y escritores han eliminado el uso del ‘de que‘, convencidos de que ya no existe, y sobre esto opino que no es cierto. Lo que sucede es –ni más ni menos– que se debe saber con precisión cuándo es obligatorio su empleo y cuándo no.
Frases con dequeísmo:
Investigué de que se trataba de un fraude.
Supe de que estaban robando.
Pensé de que iban a encarcelarlos.
        Les sobra la preposición “de”.
Frases con “antidequeísmo” o “dequefobia”:
Estoy mamado que me busquen.
Estoy cansado que me critiquen.
Estoy harto que no me crean.
        Les falta la preposición ‘de’.
En frases que contengan los adverbios ‘antes’ o ‘después’ (para las que funciona, doblemente, la fórmula mnemotécnica de interrogación: ¿antes de qué? o ¿antes que qué?; ¿después de qué? o ¿después que qué?) se debe preferir la forma ‘de que’: “Me voy antes de que llegue el jefe” - “Vine después de que habían cerrado”.
Es conveniente que los medios masivos de comunicación asuman la defensa del idioma, evitando esta clase de errores.
* * *

sábado, 23 de marzo de 2013

Redundancias públicas

Lo público y redundante (II)
Citas:
1. "¿Por qué reclamamos actos valientes e íntegros de parte de funcionarios públicos...?" (...) "... probablementer solo quería cumplir con su deber como funcionaria pública..." (...) "... por medio del cual importantes exfuncionarios públicos se jubilaron...". (El Pueblo, n.º 40, Luz Adriana Betancourth, 30-III al 5-IV/13, pág. 6).
2. "Como se anticipa la reelección de Santos –y Angelino se retira– cualquier funcionario público que aspire a reemplazarlo tendrá que retirarse en mayo...". - "... es fundamental derrotar la apatía, la resignación, la incredulidad y la tolerancia de los funcionarios públicos".  (Semana n.º 1.611, Confidenciales y 100 preguntas comunes, 18 al 25-III/13, págs. 19 y 126).
3. “… en los diarios y noticieros hacemos seguimiento a los funcionarios públicos…”. (El Pueblo, n.º 36, Luz Adriana Betancourth, 2 al 8-III/13, pág. 6).
4. “De su experiencia en el sector privado, ¿qué aplicó como funcionario público?” (…) “No es cierto que todos los funcionarios públicos sean corruptos…”. (Semana n.º 1.607, Entrevista; y Samuel Azout, exdirector de la Agencia Nacional para la Superación de la Pobreza Extrema Anspe; 18 al 25-II/13, pág. 55). 
Corrección: 
En las anteriores citas, y en otras similares, lo correcto es –simple y llanamente– funcionario, funcionario del Estado o funcionario estatal, y funcionario del Gobierno; también se puede decir o escribir empleado público o servidor público. Agregando a estos tratamientos –cuando se necesario– las formas del plural y del femenino.
Comentarios:
a). Persiste la reiteración –en importantes revistas y diarios del país– del error que he denominado "Redundancias públicas". 
b). "Funcionario público" es redundante. El funcionario siempre será ‘público’: "Persona que desempeña un empleo público". 
c). Sucede lo mismo con "picota pública": "Rollo o columna de piedra o de fábrica, que había a la entrada de algunos lugares, donde se exponían públicamente las cabezas de los ajusticiados o de los reos"; con "palestra pública": "Lugar donde antiguamente se lidiaba o luchaba. Lugar donde se celebran ejercicios literarios públicos o se discute o controvierte sobre cualquier asunto. Salir, o saltar, a la ~: dicho de una persona: tomar parte activa en una discusión o competición públicas; dicho de una persona o de una cosa: darse a conocer o hacer pública aparición"; con "plaza pública": "Lugar donde se venden los mantenimientos y se tiene el trato común de los vecinos, y donde se celebran las ferias, los mercados y fiestas públicas"; y hasta con "escarnio público". Todos, giros tautológicos, ya que –por sí solos– son sustantivos ‘públicos’. Deben ser, simplemente: la picota, la palestra, la plaza, y el escarnio; o estar acompañados del adjetivo calificativo que más se ajuste a la idea que se quiere expresar: la picota política o la antigua picota, la palestra estudiantil, la plaza mayor, o el escarnio familiar. 
d). Esta redundancia, “funcionario público”, es de la misma familia de "erario público"; sendos términos inherentes a la Administración Pública y a los dineros públicos; que hacen referencia a la función pública o a la cosa pública. (Los subrayados son míos). 
e). Ver –en Textos agrupados– otra entrada similar. Etiqueta del domingo 28 de noviembre del 2010.
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domingo, 17 de febrero de 2013

Publicaciones


(Cartas, edición n.º 1.607, 18-II/13, pág. 4). 
Dudosa longevidad 
El expresidente Belisario Betancur afirma, en la entrevista concedida a Semana:“… le voy a hacer una confesión: no cumplo 90, sino 88; lo que pasa es que le dije a Dalita que un hombre de 88 años es un vejestorio, y que de 90 es mucho más respetable”. Esta confidencia contrasta con el titular de la página social, en la misma edición: ¡Felices 90! 
Si bien es cierto que el 4 de febrero B. B. celebró su cumpleaños, les deja a los colombianos la duda si nació en 1925 o en 1923, y de la verdadera motivación que tuvo para cambiarse la edad. 
Es vox pópuli que, siendo muy joven –por su alto coeficiente intelectual, y en complicidad con algún jerarca de la Iglesia–, se aumentó la edad para comenzar su actividad política y acceder a cargos de elección popular. 
J. Óscar Gil G. 
Cali
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domingo, 10 de febrero de 2013

Falsa sinonimia

"Flanklin" ¿o Franklin?
Cita: “Benjamin Flanklin, Walter Isaacson. Biografía de uno de los padres fundadores de los Estados Unidos”. (Revista Semana, n.º 1.605, Enfoque, Lo que leen los famosos, Gina Parody, 4 al 11-II/13, pág. 14).

Corrección: “Benjamin Franklin…”.

Comentarios:

a). No existió ningún Benjamin Flanklin.

b). Quizás a alguien se le ocurrió escribir o hablar de Benjamin “Flanklin”, y ese error se filtró a la internet; pero, por todos es conocido que el celebérrimo político, científico e inventor estadounidense era de apellido Franklin.

c). La prueba reina de lo que aseguro se fundamenta en que tiene mayor credibilidad la consulta en Google, por Benjamin Franklin, que arroja cerca de 32 millones de entradas describiéndolo como partícipe de la fundación e independencia de los Estados Unidos, y como inventor del pararrayos y de muchos objetos útiles para la humanidad; mientras que para Benjamin "Flanklin" apenas se encuentran 755 mil (advirtiendo, el navegador, Mozilla , un posible error en la búsqueda).

d). Hasta el corrector electrónico corrige el error, haciendo el cambio de inmediato. e). En el facsímil del libro se ve con claridad el nombre correcto: Benjamin Franklin.

f). La revista no se puede contagiar de estos dislates que confunden a sus lectores.
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martes, 22 de enero de 2013

Estribillos que se ponen de moda, por partida doble y... triple


Muletillas
Citas:
Los textos citados corresponden a la edición n.º 1.603 de la revista colombiana Semana, 21 al 28-I/13.
1. Escenario
a). “En el mejor escenario se podrá saber quién, y por qué, contrató los tres testigos…”. (Portada, pág. 24).
b). “Santos no puede caer en el mismo escenario de Uribe…” (…) “Si a este escenario, tan poco promisorio, le agregamos…”. (Opinión, María Jimena Duzán, ventana “lead” y contenido, pág. 39).
2. En este sentido
a).En este sentido, un ajuste cambiario se traduciría en…”. (Venezuela, pág. 51).
b).En este sentido, todo hace parte del experimento”. (…) “En este sentido, según él, esta experiencia le pertenece a…”. (Aventura, pág. 71).
Correcciones:
1. El término ‘escenario’ siempre se puede reemplazar por otros que mejoren la frase:
a). “En el mejor de los casos se podrá saber quién, y por qué, contrató los tres testigos…”.
b). “Santos no puede caer en el mismo estilo de Uribe…” (…) “Si a este asunto, tan poco promisorio, le agregamos…”.
2. Basta con eliminar el bordoncillo, y la frase queda mejor, y… menos afectada:
a). “Un ajuste cambiario se traduciría en…”.
b). “Todo hace parte del experimento”. (…) “Según él, esta experiencia le pertenece a…”.
Comentarios:
* A decir verdad, no hay error en estos giros lingüísticos. Lo que se cuestiona es el uso y abuso indiscriminado y masivo de ellos, ya que su proliferación los vuelve unos bordoncillos de los que no pueden prescindir muchos de quienes escriben o hablan.
* Ya se habla del escenario económico, político y social, y del escenario de la justicia, etc., etc.
* No lo dude, amigo lector: vamos a ver y a oír, en muchos escenarios, frases en este sentido.
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martes, 15 de enero de 2013

Un error de construcción gramatical

La “ingeniería” social
Citas: 
1. “Hay caminos para construir la paz (…) construir un modelo de desarrollo rural…”. (Centro de Investigación del Cooperativismo Cenicoop, y El Pueblo, n.º 29, aviso robapágina, 12 al 18-I/13, pág. 24). 
2. “… la ética es fundamental a la hora de construir un mejor país (…) este tipo de transformaciones se construyen desde las nuevas generaciones (…) dentro de un ambiente de construcción de nuevas miradas…”. (Semana, n.º 1.595, Foro Día Mundial contra la Corrupción, 26-XI al 3-XII/12, pág. 16). 
3. “… hace dos años estoy empeñado en la construcción de una sociedad justa, ecológica, solidaria, fraterna (…) no hemos sido capaces de construir un tejido social válido (…) En La Habana se trata de lograr el fin del conflicto, y no la construcción de una sociedad nueva. (…) Otra cosa es construir una sociedad justa y equitativa (…) para que entre todos construyamos una democracia válida”. (Semana, n.º 1.597, Rubén Salazar, arzobispo de Bogotá y nuevo cardenal de Colombia, 10 al 17-XII/12, págs. 78 y 80). 
Corrección: 
En todos los casos citados, y en textos similares, el verbo y sus conjugaciones pueden ser reemplazados por otros giros que expresen la idea de servicio social: apoyar, conseguir, crear, defender, fomentar, iniciar, prestar, proyectar, u otros análogos. 
Comentarios:
a). Construir solo tiene tres acepciones, la primera referente a su principal significado, y las otras dos inherentes al aspecto gramatical: 1. Fabricar, edificar, hacer de nueva planta una obra de arquitectura o ingeniería, un monumento o en general cualquier obra pública. || 2. En las antiguas escuelas de gramática, disponer las palabras latinas o griegas según el orden normal en español a fin de facilitar la traducción. || 3. Ordenar las palabras o unirlas entre sí con arreglo a las leyes de la gramática (construir una frase u oración). 
b). Se abusa erróneamente del verbo construir porque alguien tergiversó la idea de proyectar y terminar obras de interés general (que requieren alguna tecnología) destinadas al uso público o privado, p. ej.: una casa, un edificio, un puente, etc., con las actividades de carácter social (que requieren y benefician a los ciudadanos), p. ej.: el estudio, la salud, el trabajo, el desarrollo personal y comunitario, etc.). 
c). Ahora los docentes, los gobernantes, los políticos, los religiosos y los medios de comunicación se han convertido en verdaderos ingenieros de la sociedad, ¡"construyen" intangibles!: amistad, ciudad, ciudadanía, ciudadanos, conocimiento, cultura, el arte, el cambio, el desarrollo, el imaginario, empleos, estrategias, futuro, identidad, igualdad, iniciativas,  la esperanza, las leyes, los diálogos, nación, país, parejas estables, patrimonios, perdón, propuestas, salud, solidaridad, soluciones, sueños, y... ¡hasta la paz! 
d). Ya existen clínicas odontológicas que "construyen" sonrisas, y gimnasios que ofrecen "reconstruir" el cuerpo; en Venezuela ya se contagiaron de este vicio: "construyen" el, mal llamado, socialismo bolivariano del siglo XX; y existen politiqueros que prometen... "construir" un mundo mejor (¡¿?!).
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Cómo "quemar" una colección o una edición

“Tiraje” ¿o tirada?
Citas:

1. “… explica Sergio Vilela, director editorial de Planeta, al destacar el tiraje de esta colección”. (El Tiempo, Cultura y entretenimiento, 27-XI/12, pág. 3).

2. “… “El libro (Memoria por correspondencia, de Emma Reyes), editado por Laguna Libros, salió con un tiraje de mil ejemplares”. (El Tiempo, Debes leer, 14-XII/12, pág. 29).

Corrección: “… al destacar la tirada de esta colección”.

Comentario: Tiraje es el tiro de la chimenea, mientras que tirada –según su undécima acepción en el diccionario– hace referencia a los ejemplares obtenidos de una misma plancha de impresión; y es el término que recomienda la Real Academia Española.
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lunes, 14 de enero de 2013

Chamos de la oposición

 “Sifrinitos” ¿o sirificos?
Cita: “… sifrinitos, mariconsones y fascistas”. (Semana, n.º 1.598, Nicolás Maduro, 17 al 23-XII/12, pág. 36).

Corrección: “… sirificos, mariposones y fascistas”.

Comentarios:

a). Apelativos pronunciados por el ungido candidato presidencial chavista al referirse, despectivamente, al candidato de la oposición en Venezuela, Henrique Capriles Radonski.

b). Aunque “mariconsón” no está registrado en el diccionario de la Real Academia Española, se sobrentiende que Maduro trató a los opositores del régimen de afeminados; y –con el calificativo de fascistas– como doctrinarios del fascismo.

c). Sin embargo, ”sifrinitos” no es un término castizo; y ni siquiera aparece registrado en el diccionario de la RAE como un regionalismo venezolano.

d). Quizá pretendió tildarlos de sirificos que –en muchos países hispanohablantes– tiene la connotación de personas acostumbradas a mentir.
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martes, 25 de septiembre de 2012

Del per… expresidente

¿“Modelo a seguir”?, ¿o… modelo por seguir?
Cita: “Chávez tenía en él un modelo a seguir”. (Álvaro Uribe Vélez, expresidente de los colombianos, en su libro No hay causa perdida, pág. XX).
Corrección: Se debe cambiar la preposición ‘a’ (aquí mal utilizada) por cualquiera de las tres variables correctas: “Chávez tenía en él un modelo por seguir”, “… para seguir”, o –en últimas– por “… que se debe seguir”.
Comentario:
a). Con mucha frecuencia se oye y se lee: “examen a presentar”, “película a realizar”, “reelección a efectuar”.
b). En casos similares al de la cita, y a los comentarios, rige el uso de las variables.
c). Resulta espuria la construcción de frases en las que se juntan un sustantivo o adjetivo, la preposición ‘a’ y un verbo en infinitivo.
Continúo analizando estos errores del lenguaje –semejantes a este en el que incurre el expresidente Uribe– no para fungir como caja de resonancia a su obra curricular, sino para hacer notar que tan enraizado sigue este error en Colombia y cómo caen en él periodistas, tuiteros y hasta personajes de todos los rangos.
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miércoles, 5 de septiembre de 2012

Del periodista presidente...

¿“Habrán” diálogos de paz?, ¿o… habrá diálogos de paz?
Cita: “… al lado de él habrán otras personas”. (Juan Manuel Santos, presidente de los colombianos, al anunciar el equipo del Gobierno que negociará con las Farc: CaracolRadio 6 AM Hoy X Hoy, 5-IX/12, 8:23 a. m.; Noticias Telesur, minuto 5:29 de 12:26).
Corrección: “… al lado de él habrá otras personas”.
Comentarios:
a). El verbo ‘haber’ no tiene plural cuando significa presencia o existencia de personas o cosas.
b). Veamos algunas formas correctas e incorrectas: hubo fiestas (no, hubieron fiestas); había autoridades (no, habían autoridades); habrá reelecciones (no, habrán reelecciones); que haya electores (no, que hayan electores); habría unas 20 personas (no, habrían unas 20 personas); hay conmigo muchas personas (no, habemos muchas personas); ha habido conflictos (no, han habido conflictos).
c). No se extiende la norma cuando el verbo apenas hace de auxiliar, con sujeto en plural, y sin significado de existencia: los negociadores habrán ido, han de pasar largos años.
d). La forma verbal hubieron –correcta, pero en desuso– es la que corresponde a la tercera persona del plural del pretérito perfecto simple o pretérito de indicativo del verbo, no referido a presencia ni a existencia: cuando ellos hubieron delinquido…, cuando hubieron perdonado...
Traigo a colación este dislate en el que incurre el Presidente, no para sabotearle su proceso de paz, sino para hacer notar que tan arraigado está este error en Colombia; y cómo caen en él hasta las personas más cultas e ilustradas, declarándole así la guerra al lenguaje.
Para ver un análisis más completo, y en detalle, pulse aquí, o consulte el siguiente enlace: http://www.ogil.info/search/label/Buena letra%3A El verbo haber.
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jueves, 14 de junio de 2012

Error de sintaxis

El dativo ‘les’
Citas:
1. “En la Feria de Tuluá a todos le damos gusto”. (El País, separata LVII Feria de Tuluá e Industria de Licores del Valle, avisos robapágina, 14-VI/12, págs. 1.ª y 2.ª).
2. “… cuéntele a los colombianos…”. (El País, Dardos - Alberto Silva Scarpetta, 11-VI/12, pág. A9)
3. “Nuevamente quiero decirle a las mujeres que estamos en un proceso para defender sus derechos…”. (El País, Énfasis, presidente Juan Manuel Santos, 2-VI/12, pág. A8).
4. “Colombia debe mirarse de frente, integrarse como nación y exigirle a las Farc que libere a todos los secuestrados (…) y que cese, de una vez por todas, sus acciones terroristas”. (El País, 2-VI/12, pág. A10).
Correcciones:
1. “En la Feria de Tuluá a todos les damos gusto”.
2. “… cuénteles a los colombianos…”.
3. “Nuevamente quiero decirles a las mujeres…”.
4. “Colombia debe mirarse de frente, integrarse como nación y exigirles a las Farc que liberen (…) y que cesen…”.
Comentarios:
a). Esta construcción errada, de común ocurrencia en el diario caleño y en otros medios de comunicación masiva, resulta al escribir y decir “le”, en lugar de ‘les’. Dislate que genera una inconcordancia de número entre el pronombre (dativo de 3.ª persona, masculino y femenino, en singular) y el objeto (complemento indirecto, en plural).
b). El maestro Fernando Ávila, en su obra Español correcto para dummies, trae a colación un buen ejemplo tomado de la canción Despedida, de Daniel Santos: “Vengo a decirle adiós a los muchachos…”; que –si no fuera por la llamada licencia literaria– otros intérpretes tendrían que cantarla: “Vengo a decirles adiós a los muchachos…”. 
c). En la primera cita –Feria de Tuluá– el orden numérico no es 57 como aparece en toda la campaña publicitaria, sino LVII (en números romanos). Sucede lo mismo con la XXXVII Feria Nacional de la Agricultura, en Palmira, que –en el mismo cuadernillo o separata– la identifican con el n.º 37
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