Está claro que Édwin soy,
Pero antes fui otras personas,
En otros tiempos y zonas
Lejanas de donde estoy.
Les voy a relatar hoy
Quién fui en mis pasadas vidas.
En los tiempos del rey Midas,
Fui su esclavo y sufrí penas,
Pero en oro, mis cadenas,
No quedaron convertidas.
Luego en la vida siguiente,
Cuando Alejandro reinó,
Un comerciante era yo
En Grecia y próximo oriente.
Con Darío, su oponente,
Llegué a cerrar más de un trato;
Y no peco de insensato
Al decir con firme base,
Que yo me inventé la frase:
"Bueno, bonito y barato".
En los tiempos del Mesías
Yo viví en Jerusalén;
Tenía por nombre, Rubén,
Y cultivaba sandías.
Recuerdo que en esos días,
En un lugar apartado,
Bajo un árbol encorvado,
Vi la imagen poco grata
De unas monedas de plata
Y un apóstol ahorcado.
Cuando Nerón, el tirano...,
Yo era un Celta grande y feo,
Y luché en el coliseo
Contra un gladiador romano.
Vi morir más de un cristiano
Por capricho de Nerón;
Y mi triste defunción,
De impotente angustia llena,
Sucedió en aquella arena,
En las fauces de un león.
En tiempos del rey Arturo,
De nuevo volví a nacer.
Carpintero llegué a ser
Para labrarme un futuro.
Mi arte fue tan fino y puro
Que a sus oídos llegó.
Ahí mismo me contrató,
Y afirmo con voz oronda:
Que la tal mesa redonda,
Quien la fabricó, fui yo.
Volví a nacer en Florencia
En pleno renacimiento.
Era el hombre del momento,
Leonardo, con su arte y ciencia.
En esa nueva existencia,
Fui mujer. Me llamé Luisa.
Una oscura pitonisa
Por toda Italia famosa,
Y era más misteriosa
Que la misma Mona Lisa.
Años después, en un barco,
Y con otra identidad,
Crucé, por su majestad,
Al otro lado del charco.
Mi arcabuz se enfrentó al arco
Sin dudarlo ni un segundo.
Oí el grito furibundo
Del indio, y rugir al puma.
Vi el trono de Moctezuma
Cayendo en el nuevo mundo.
Nací otra vez, fui un pirata
A quien perdón, no le otorgan;
Como Francis Drake o Morgan,
Con garfio y palo por pata.
Como compañía grata,
Llevaba un parlanchín loro.
Me obsesionaba el oro
Y la esmeralda pulida;
Tras de ello, perdí la vida
En la isla del tesoro.
Y cuando Napoleón...,
Mi vida fue de soldado
Impedido y mutilado
Por la bala de un cañón.
Solo me quedó un muñón
En lugar de pierna izquierda.
Triste y hundido en la mierda,
En un cuartucho, en París,
Acabé mi vida gris
Al colgarme de una cuerda.
Volví a una nueva vivencia,
Y en Londres vine a nacer.
Fui esta vez una mujer
Víctima de cruel violencia.
Prostituí mi inocencia,
La vendí al mejor postor.
Negocié con un señor
Al que atrajo mi belleza,
Y así fui la cuarta presa
De Jack "El Destripador".
Volví justo en la gran guerra,
Y siendo un muchacho aún,
En trincheras de Verdun
Me mezclé con sangre y tierra.
Por Francia y por Inglaterra
Disparamos los obuses.
Entre estallidos y luces
Mi cuerpo quedó apagado
Sobre un campo sembrado
De setecientas mil cruces.
Reencarné de nuevo, ahí mismo,
Y esta vez era un judío,
Cuando reinó el poderío
De las bestias del Nazismo.
Soporté su cruel racismo
Contra la cultura hebrea.
Fui a dar, sin tener idea,
A un campo de prisioneros
En donde cuerpos enteros
Salían por la chimenea.
Volví a otra época inquieta
Siendo un hippie soñador,
Que quería con paz y amor
Salvar todo el planeta.
Fumé hachís y bareta*,
Y anfetaminas tomaba;
Y cuando menos pensaba,
Por abusar del consumo,
Me fui yendo con el humo
Que lentamente exhalaba.
Para la vida siguiente
Me tocó mirar el fin
De aquel muro de Berlín
Que cayó estruendosamente.
Pero un fatal accidente
Me hizo ver el lado oscuro:
Yo me sentía seguro
Celebrando aquel evento,
Cuando, de uno a otro momento,
Se me vino encima el muro.
El accidente no fue
Allá en el propio Berlín...,
¡Yo estaba en Medellín,
Y de chimba* me salvé!
Después, con empeño y fe
Quise hacerme trovador,
Y llevar nuestro folclor
Más allá de mi parroquia;
Por eso partí de Antioquia
Para irme al exterior.
Y aquí estoy en esta vida
Siendo ahora Édwin Giraldo.
Un mensajero, un heraldo
De la trova consentida.
Cuando llegue mi partida,
Me iré con rostro sonriente;
Y pido al omnipotente:
Me conceda, por favor,
Volver a ser trovador
En la otra vida siguiente.
(Édwin Giraldo,
“Radio Loco”; trovador locombiano).
P. D.:
* Bareta: forma coloquial de llamar la marihuana en Colombia.
* Salvarse de chimba: salir por los pelos de una situación, librarse de chiripa.