lunes, 22 de febrero de 2010

La vergüenza social... vista por un arriero

* Quizque’l decreto de’mergencia social ­–redatao por acionistas de las Espertas Pa la Sepultura EPS, y firmao por el irrenpla-zable Presidentico y sus irresponsables ministricos de Injusticia y Desproteción Social– decreta que multen con veinticinco mil milloncitos de pesos a los médicos que violen el manual pa matar pobres; y quizque los embaucaores y culebreros de tercera tan echando, por los medios de’sinformación, el cuento chimbo que las’esantías ya nu’hay que pedilas pa pagar las tres pastillitas de Azetaminofén; ¡sino pa comprar... el ataúl y los velones!
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lunes, 15 de febrero de 2010

El transporte masivo

El bus va llenísimo, ¡repleto!, con personas de pie, todas muy apretujadas e incómodas. Un pasajero grita:
—¡Pare, pare, me bajo! ¡Vamos como unas obleas...!
Y el chofer le dice:
—Entonces, ¡bájese, antes que se le salga... el arequipe!
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jueves, 14 de enero de 2010

La justicia ‘corre’, pero... ¡no llega!


Dejan libre empresario que mató a su esposa

Barranquilla (Colombia). El empresario Samuel Enrique Viñas Abomohor, propietario de almacenes de ropa, quedó en libertad la noche del 1.º de enero luego de asesinar de dos disparos en la cabeza a su esposa, la diseñadora Clarena Piedad Acosta Gómez. El fiscal, Edilberto Corredor Ropero, lo dejó libre por haberse entregado, y porque no tenía antecedentes penales.
(El Tiempo, Nación, Breves, 3-I/10).
Comentarios:
a). El fiscal Corredor Ropero es de la misma calaña o ‘ropero’ del que ‘corrió’ a poner en libertad a los militares acusados de las ejecuciones extrajudiciales, mal llamadas "falsos positivos".
b). Cuando estudié periodismo para el desarrollo aprendí una frase del canadiense Max Aitkine, más conocido como Lord Beaverbrook, quien –en 1910– puso en la fachada su periódico, The Daily Express, el siguiente aviso que se convirtió en una máxima del periodismo universal: "Si un perro muerde a un hombre no es noticia; pero, si un hombre muerde un perro... sí lo es". De modo que –parafraseando esa célebre cita– hay quienes aseguran que, en nuestro país, si un hombre mata a la esposa no lo meten preso; pero si un joven invita, por la internet, a matar a uno de los hijos del Presidente... sí lo encierran.
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