jueves, 17 de febrero de 2011

Qué ¿o de qué?

El dequeísmo
Empleo indebido del ‘de que’, cuando el régimen verbal no lo admite; p. ej.: “Le dije de que viniera”.
Se trata de una incorrección originada (o de mayor uso) en Argentina: “Creo de que somos el mejor equipo” - “Opino de que vamos a ganar el partido” - “Pienso de que somos los más grandes futbolistas”, en lugar de las formas correctas: “Creo que somos el mejor equipo” - “Opino que vamos a ganar el partido” - “Pienso que somos los más grandes futbolistas”.
Mnemotecnia
Existe una fórmula simple para averiguar si se incurre en dequeísmo:
* Volver pregunta la frase afirmativa. Cuando en la pregunta no cabe la preposición ‘de’, en la frase original tampoco puede ir.
Veamos: “Me dijo que vendría”. ¿Qué te dijo? –y no, ¿de qué te dijo?–; “Me contestó que sí lo necesitaba”. ¿Qué te contestó? –y no, ¿de qué te contestó?–.
Observe que la pregunta –bien formulada– no puede llevar la preposición ‘de’, luego la frase tampoco la admite.
“Antidequeísmo” o “dequefobia”
Temor infundado a caer en el dequeísmo, lo que incita a eliminar la preposición ‘de’ en frases que sí la tienen que llevar: “Estoy convencido que…” - “Estoy harto que…” - “Estoy seguro que…”, cuando las formas correctas son: “Estoy convencido de que…” - “Estoy harto de que…” - “Estoy seguro de que…”.
* Luego –aplicando la fórmula mnemotécnica, y contrario al dequeísmo– cuando usted puede preguntar ‘¿de qué?’, la respuesta tiene que llevar la preposición ‘de’ (¿De qué estás convencido? - ¿De qué estás harto? - ¿De qué estás seguro? Si no les pone ‘de’ incurre en lo que yo he llamado "antidequeísmo" o “dequefobia”.
Otro procedimiento consiste en reemplazar, en la frase afirmativa, la conjunción completiva ‘que’ por el pronombre neutro ‘eso’. Y si la oración, así formada, rechaza o exige la preposición, es porque en la frase que se examina también debe ser rechazada o exigida:
* Pienso que voy a ganar: pienso eso; no se dice pienso de eso.
* Estoy seguro de que voy a triunfar: estoy seguro de eso; no se dice estoy seguro eso.
Práctica indebida
Muchos periódicos y escritores han eliminado el uso del ‘de que‘, convencidos de que ya no existe, y sobre esto opino que no es cierto. Lo que sucede es –ni más ni menos– que se debe saber con precisión cuándo es obligatorio su empleo y cuándo no.
Frases con dequeísmo
* Yo investigué de que se trataba de un fraude.
* Yo averigüé de que estaban robando.
* Supe de que iban ir.
Les sobra la preposición ‘de’.
Frases con “antidequeísmo” o “dequefobia”
* Estoy mamado que me busquen.
* Estoy cansado que me critiquen.
* Me acordé que Gloria va a llamar.
Les falta la preposición ‘de
En frases que contengan los adverbios de tiempo ‘antes’ o ‘después’ (para los que funcionan las fórmulas mnemotécnicas de interrogación: ¿antes de qué?, ¿antes que qué?; ¿después de qué?, ¿después que qué?) se debe preferir la forma ‘de que’: “Me voy antes de que llegue el jefe” - “Vine después de que habían cerrado”.
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miércoles, 5 de enero de 2011

Fenómeno climático la "Niña"

A propósito de la tragedia nacional en Colombia (XI y XII/2010)

Una producción musical para reflexionar.
¡Sobran las palabras…!
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domingo, 28 de noviembre de 2010

Redundancias públicas...

Lo público, y... redundante
Citas:
1. “Su eventual rescate (el de Sabas Pretelt de la Vega) sólo serviría para terminar de enterrarlo en la picota pública”. (Gente y la actualidad, Diver Gente, XI/2010, pág. 127).
2. "Princesa Letizia, sus dos caras. Una escandalosa biografía la tiene de nuevo en la picota pública". (Revista Caras, edición de aniversario, piedefoto portada, año 8, n.º 22, 20-XI/2010, 1.ª pág.).
3. “Sigue en la picota pública”. (Occidente, título en caricatura de “Jota”, 27 y 28-XI/2010, pág. 4).
Corrección: En estas citas, y en otras similares, lo correcto es –simple y llanamente– la picota.
Comentarios:
a). "Picota pública" es redundante. La picota siempre será ‘pública’: "Rollo o columna de piedra o de fábrica, que había a la entrada de algunos lugares, donde se exponían públicamente las cabezas de los ajusticiados o de los reos". Sucede lo mismo con "palestra pública": "Lugar donde antiguamente se lidiaba o luchaba. Lugar donde se celebran ejercicios literarios públicos o se discute o controvierte sobre cualquier asunto. Salir, o saltar, a la ~: dicho de una persona: tomar parte activa en una discusión o competición públicas; dicho de una persona o de una cosa: darse a conocer o hacer pública aparición"; con "plaza pública": "Lugar donde se venden los mantenimientos y se tiene el trato común de los vecinos, y donde se celebran las ferias, los mercados y fiestas públicas"; y hasta con "escarnio público". Todos, giros tautológicos, ya que –por sí solos– son sustantivos ‘públicos’. Deben ser, simplemente: la palestra, la picota, el escarnio y la plaza; o estar acompañados del adjetivo calificativo que más se ajuste a la idea que se quiere expresar: la palestra estudiantil, la antigua picota, el escarnio familiar o la plaza mayor.
Esta redundancia “pública” es de la misma familia de "funcionario público" y de "erario público"; puesto que funcionario (a) es "persona que desempeña un empleo público"; y erario es inherente a la Administración Pública, dineros públicos. Los términos hacen referencia a la administración pública, la función pública o la cosa pública. (Los subrayados son míos).
b). Lo invito a consultar el buscador de la página virtual semana.com; se llevará la sorpresa de que existen 304 entradas en las que aparece “picota pública”; entre ellas, las de dos ediciones del pasado mes de noviembre: 1. “Roberto Gerlein, estuvo en la ‘picota pública’ por cuenta de la ponencia favorable que presentó... ” (…) 2. “… tras la racha de bochornosos episodios que han puesto en la ‘picota pública’ a algunos de sus más reconocidos sacerdotes” (…) 3. “un crimen espeluznante que tiene a la institución militar en la ‘picota pública’ y sumida en una vergüenza (el crimen de Arauca) de envergadura internacional. Estas tres últimas citas significan que en materia de lenguaje ningún medio –por importante que sea– tiene la precaución de evitar las redundancias.
Y la ñapa:
Cita: "Los graves errores cometidos por los anteriores funcionarios públicos, sumados a la politización de la justicia, no permiten procesos judiciales serenos". (Semana, Nación, Miguel Gómez, 6-XII/10, pág. 49).
Corrección: "... los anteriores funcionarios, sumados a..." (o "... los anteriores funcionarios del Estado, sumados a...".
Comentario: ¡Persiste la reiteración de redundancias!
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