jueves, 25 de abril de 2013

Pepe Pelayo (Escritor y humorista cubano/chileno)


Pepítomes
Pepítome (del griego πἐπιτομή), la sabiduría empírica contemporánea condensada en una frase y dependiente de una palabra.
América es el continente donde se bota más agua. ¡Es el incontinente americano!
* Aquí yace Sergio Panza, hombre muy poco serio; si sigue con sus chanzas... lo echan del cementerio. 
Cuando el hampa se toma las calles, hay que hampararse en las aceras. 
Dicen los ingleses que esta crisis económica, ni Athenea atenúa Atenas. ¿Será cierto? En parte sí, y en parthenon. 
El europeo y el dolarmierda. 
El verbo copulativo ‘penetrar’ es la acción del sustantivo ‘pene’. 
Entre el marido y la mujer, un condón; entre el parido y la mujer un cordón.
¡Hay que sentarlo previamente! ¿Vas a pre sentarlo tú? ¿O lo pre siento yo?
* La dama de yerro”.  Y “Ogil” agrega: Su deseo de ser cremada solo se podía satisfacer llevándola… a un horno siderúrgico.

La persona que en el supermercado se pasa la vida metida comprando, no es una persona comprometida con la vida. 
Lo de España con el euro es una tragedia. Lo de Grecia es un dragma. 
Los mudos nunca podrían vender en una mercería o bazar, porque quien calla otorga.
* Los tíos que tienen tus genes pueden ser un gentío.
Me enteré del hecho, fortuitamente, en las redes sociales. Fue un hecho fortwitter. 
No me hallo en un bus, ni me hallo en un car; por ello, me dejé de... ‘buscar’. 
No se equivoquen: herrar es de humanos.
Para tener buena imagen de un nativo. 
Según los argentinos, en la guerra de Las Malvinas, Margaret Thatcher demostró por qué le decían “ * La dama de yerro”.  Y “Ogil” agrega: Su deseo de ser cremada solo se podía satisfacer llevándola… a un horno siderúrgico.
* Si es trago tu presente, estrago tu futuro. 
* Si te timo siete veces, no serás ni el séptimo... ni el último.
Un portugués se nacionalizó español para mejorar económicamente. Ahora le dicen: el iluso-hispano.
Yo hablando, hablando, hablando… ablando a cualquiera.

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sábado, 23 de marzo de 2013

Redundancias públicas

Lo público y redundante (II)
Citas:
1. "¿Por qué reclamamos actos valientes e íntegros de parte de funcionarios públicos...?" (...) "... probablementer solo quería cumplir con su deber como funcionaria pública..." (...) "... por medio del cual importantes exfuncionarios públicos se jubilaron...". (El Pueblo, n.º 40, Luz Adriana Betancourth, 30-III al 5-IV/13, pág. 6).
2. "Como se anticipa la reelección de Santos –y Angelino se retira– cualquier funcionario público que aspire a reemplazarlo tendrá que retirarse en mayo...". - "... es fundamental derrotar la apatía, la resignación, la incredulidad y la tolerancia de los funcionarios públicos".  (Semana n.º 1.611, Confidenciales y 100 preguntas comunes, 18 al 25-III/13, págs. 19 y 126).
3. “… en los diarios y noticieros hacemos seguimiento a los funcionarios públicos…”. (El Pueblo, n.º 36, Luz Adriana Betancourth, 2 al 8-III/13, pág. 6).
4. “De su experiencia en el sector privado, ¿qué aplicó como funcionario público?” (…) “No es cierto que todos los funcionarios públicos sean corruptos…”. (Semana n.º 1.607, Entrevista; y Samuel Azout, exdirector de la Agencia Nacional para la Superación de la Pobreza Extrema Anspe; 18 al 25-II/13, pág. 55). 
Corrección: 
En las anteriores citas, y en otras similares, lo correcto es –simple y llanamente– funcionario, funcionario del Estado o funcionario estatal, y funcionario del Gobierno; también se puede decir o escribir empleado público o servidor público. Agregando a estos tratamientos –cuando se necesario– las formas del plural y del femenino.
Comentarios:
a). Persiste la reiteración –en importantes revistas y diarios del país– del error que he denominado "Redundancias públicas". 
b). "Funcionario público" es redundante. El funcionario siempre será ‘público’: "Persona que desempeña un empleo público". 
c). Sucede lo mismo con "picota pública": "Rollo o columna de piedra o de fábrica, que había a la entrada de algunos lugares, donde se exponían públicamente las cabezas de los ajusticiados o de los reos"; con "palestra pública": "Lugar donde antiguamente se lidiaba o luchaba. Lugar donde se celebran ejercicios literarios públicos o se discute o controvierte sobre cualquier asunto. Salir, o saltar, a la ~: dicho de una persona: tomar parte activa en una discusión o competición públicas; dicho de una persona o de una cosa: darse a conocer o hacer pública aparición"; con "plaza pública": "Lugar donde se venden los mantenimientos y se tiene el trato común de los vecinos, y donde se celebran las ferias, los mercados y fiestas públicas"; y hasta con "escarnio público". Todos, giros tautológicos, ya que –por sí solos– son sustantivos ‘públicos’. Deben ser, simplemente: la picota, la palestra, la plaza, y el escarnio; o estar acompañados del adjetivo calificativo que más se ajuste a la idea que se quiere expresar: la picota política o la antigua picota, la palestra estudiantil, la plaza mayor, o el escarnio familiar. 
d). Esta redundancia, “funcionario público”, es de la misma familia de "erario público"; sendos términos inherentes a la Administración Pública y a los dineros públicos; que hacen referencia a la función pública o a la cosa pública. (Los subrayados son míos). 
e). Ver –en Textos agrupados– otra entrada similar. Etiqueta del domingo 28 de noviembre del 2010.
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domingo, 17 de febrero de 2013

Publicaciones


(Cartas, edición n.º 1.607, 18-II/13, pág. 4). 
Dudosa longevidad 
El expresidente Belisario Betancur afirma, en la entrevista concedida a Semana:“… le voy a hacer una confesión: no cumplo 90, sino 88; lo que pasa es que le dije a Dalita que un hombre de 88 años es un vejestorio, y que de 90 es mucho más respetable”. Esta confidencia contrasta con el titular de la página social, en la misma edición: ¡Felices 90! 
Si bien es cierto que el 4 de febrero B. B. celebró su cumpleaños, les deja a los colombianos la duda si nació en 1925 o en 1923, y de la verdadera motivación que tuvo para cambiarse la edad. 
Es vox pópuli que, siendo muy joven –por su alto coeficiente intelectual, y en complicidad con algún jerarca de la Iglesia–, se aumentó la edad para comenzar su actividad política y acceder a cargos de elección popular. 
J. Óscar Gil G. 
Cali
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domingo, 10 de febrero de 2013

Falsa sinonimia

"Flanklin" ¿o Franklin?
Cita: “Benjamin Flanklin, Walter Isaacson. Biografía de uno de los padres fundadores de los Estados Unidos”. (Revista Semana, n.º 1.605, Enfoque, Lo que leen los famosos, Gina Parody, 4 al 11-II/13, pág. 14).

Corrección: “Benjamin Franklin…”.

Comentarios:

a). No existió ningún Benjamin Flanklin.

b). Quizás a alguien se le ocurrió escribir o hablar de Benjamin “Flanklin”, y ese error se filtró a la internet; pero, por todos es conocido que el celebérrimo político, científico e inventor estadounidense era de apellido Franklin.

c). La prueba reina de lo que aseguro se fundamenta en que tiene mayor credibilidad la consulta en Google, por Benjamin Franklin, que arroja cerca de 32 millones de entradas describiéndolo como partícipe de la fundación e independencia de los Estados Unidos, y como inventor del pararrayos y de muchos objetos útiles para la humanidad; mientras que para Benjamin "Flanklin" apenas se encuentran 755 mil (advirtiendo, el navegador, Mozilla , un posible error en la búsqueda).

d). Hasta el corrector electrónico corrige el error, haciendo el cambio de inmediato. e). En el facsímil del libro se ve con claridad el nombre correcto: Benjamin Franklin.

f). La revista no se puede contagiar de estos dislates que confunden a sus lectores.
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