martes, 8 de abril de 2014

El leísmo

De nuevo, el dativo ‘les’
Citas:
1. "Los consumidores pueden botar el producto, y guardar el empaque para que le sea reembolsado el valor". (El Tiempo, Debes saber, 16-VII/11, pág. 5). 
2. “Estamos diciéndole a los colombianos que se puede hacer política decente”. (El Pueblo, Elecciones 2014, “lead” y texto, 5-IV/14, pág. 6). 
3. “... que el público del Valle del Cauca exija un veto para Cano Extremera, y pedirle a los músicos de la región que no toquen más con él”. (El País, Espectáculos, Bethsabé Castro, 7-IV/14, pág. 5). 
Correcciones: 
1. "Los consumidores pueden botar el producto, y guardar el empaque para que les sea reembolsado el valor".
2. Les decimos a los colombianos". 
3. “... y pedirles a los músicos de la región que no toquen más con él”. 
Comentarios:
a). Para hacer notar cómo persiste este error en los medios, retomo la primera cita de una nota aparecida en las páginas electrónica y virtual del periódico.  
b). Es frecuentísimo el error de sintaxis al escribir y decir “le”, en lugar de ‘les’. Dislate que genera una inconcordancia de número entre el pronombre (dativo de 3.ª persona, masculino y femenino, singular) y el objeto o complemento directo (en plural). 
c). El maestro Fernando Ávila, en su obra Español correcto para dummies, trae a colación un buen ejemplo tomado de la canción de Daniel Santos, titulada Despedida: “Vengo a decirle adiós a los muchachos…”; que –si no fuera por la llamada licencia literaria– se tendría que cantar: “Vengo a decirles adiós a los muchachos…”, para no ser objeto de críticas. 
Ahora veamos el error al contrario:
Cita: “Que la guerrilla participe en política es muy importante, no tenemos más qué ofrecerles”. (Semana n.º 1.626, Nación, Entrevista, subtítulo, Íngrid Betancurt, 1.º al 8-VII/13, pág. 22).
En la cita, el dativo tiene que ser en singular, por cuanto que el mensaje va dirigido a la guerrilla y no a los guerrilleros: “… no tenemos más qué ofrecerle”. 
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viernes, 29 de noviembre de 2013

Significado de afugias

--> No aparece en el DRAE
Estimado José Óscar Gil Gutiérrez:

¡Enhorabuena! Le escribimos para informarle que el significado de afugias que usted ha subido a nuestra web www.significadode.org ha sido elegido como tema del día.

Esto implica que durante el día 29/11/2013 su significado aparecerá en la página principal, y por lo tanto recibirá un mayor número de visitas.

Palabra del día: afugias

Afugias (palabra grave, género femenino y plural) se usa frecuentemente desde hace más de cinco décadas, como regionalismo de varios países de habla hispana, con el significado de afanes, angustias, apuros, crisis, penurias o dificultades económicas.
Valorar este significado de afugias enviado por José Óscar Gil Gutiérrez el 29/11/2013 5:02:47.

SignificadoDe.org

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lunes, 28 de octubre de 2013

El gerundio espurio

Están siendo...
Cita: “Los empresarios están siendo injustos con el Presidente, y están siendo miopes…”. (Semana n.º 1.642,  En plata blanca, Mauricio Rodríguez en entrevista con María Jimena Duzán, 21 al 28-X/13, pág. 49).
Corrección: “Los empresarios son injustos con el Presidente, y miopes…”.
Comentarios:
a). Se incurre aquí en el llamado gerundio espurio, consistente en fusionar el verbo “estar’ con un gerundio terminado en ‘ando’ o en ‘endo’: “En la construcción se están usando materiales importados que no son de buena calidad”, en lugar de “En la construcción se usan materiales importados …”; "están siendo" investigados, "estuvieron siendo" investigados, "estarán siendo" investigados, en lugar de: son investigados, fueron investigados, serán investigados.
b). El gerundio es válido en oraciones donde exista simultaneidad en la acción: voy cantando, manejas hablando, lee bailando, vivimos trabajando, habláis gritando, cantan barriendo, comen leyendo, y similares.
c). En la cita, los verbos no denotan acciones diferentes, por el contrario, resultan redundantes. El error radica en juntar los verbos ‘ser’ y ‘estar’ que tienen cierta sinonimia. Frases como la analizada se deben construir –prescindiendo del gerundio– con un solo verbo: son, fueron y serán.
d). El error (en todas las formas verbales), por lo general, se oye y se ve en la boca y pluma de escritores, periodistas, locutores, presentadores, comunicadores sociales, políticos, gobernantes y profesionales de las diferentes ramas del saber.
e). Observe que el error, con una frecuencia desmedida, persiste cuando se mencionan personas que son, fueron o serán motivo de algunas investigaciones –asunto de moda en estos tiempos–.
f). Quizá la confusión radique en la influencia tautológica que el verbo ‘to be’ (ser o estar) ejerce sobre algunas personas por cierto muy cultas. Por eso, hay quienes defienden –con garras, y a dentelladas– como castiza la expresión “está siendo".
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domingo, 11 de agosto de 2013

Lenguaje por mejorar


La espuria preposición ‘a’
Cita: “El oriente a seguir”. (Revista Semana n.º 1.631, publicación especial regional, departamento de Santander, 4-VIII/13, portada y cabezote de páginas interiores).
Corrección: “El oriente por seguir”.
Comentarios:
a). Son espurias y recurrentes las expresiones:
      * Elecciones a efectuar.
      * Exámenes a presentar.
      * Película a realizar.
      * Trámites a diligenciar.
b). De la construcción –como frase imperativa­– formada por sustantivo o adjetivo + preposición ‘a’ + verbo en infinitivo resulta una frase espuria.
c). Las variables para subsanar el error son cuatro:
     1. Usar la preposición ‘por’, en lugar de la ‘a’: “Elecciones por efectuar”.
     2. Cambiar la ‘a’ por la preposición ‘para’: “Exámenes para presentar”.
     3. Emplear el verbo en tiempo futuro, prescindiendo de la ‘a’: “Película que se realizará”.
     4. Darle un giro a la oración volviéndola más perentoria: “Trámites que se deben diligenciar”.
d). En la misma publicación encontramos dos expresiones de estas correctas:
    * “Obras por contratar”. (“Lead”, pág. 194).
    * “Puntos por mejorar”. (Recuadro, pág. 215).
e). No constituye error cuando la preposición ‘a’ no hace parte de una oración imperativa:
    * “No es casualidad que el Socorro haya llevado uno de sus hijos más ilustres a componer Pueblito viejo”. (“Lead”, pág. 54).
¡Crece la audiencia!
A la semana siguiente, el lector Bernardo Andrade Tapia, de Ipiales –para ponderar las bondades del bravío departamento– abre la sección Cartas (edición 1.632 de la revista) con esta perla: “… su páramo de ensueño y su abundante agua hacen de la comarca ‘una estrella a seguir’, porque es un ejemplo para el país”. 
Prueba reina de que los errores idiomáticos –curiosamente– hacen metástasis, y se arraigan más que las formas correctas de expresión.
Conclusión: El ejemplo por seguir debería ser el buen uso del lenguaje.
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sábado, 3 de agosto de 2013

Tres entradas para gazapos mundialistas...

¿El lujo de qué...?
Cita: "Fuimos objeto de críticas. También por un error gramatical en la medallería: un descuido que no podíamos darnos el lujo de tener a la luz de un evento que pone los ojos sobre la Sultana del Valle". (El País, separata Cali mundial, Evely Rosero, 31-VII/13, pág. 9).
Corrección: "... un descuido que no podíamos tener...".
Comentario: La expresión "no nos podemos dar el lujo de perder", de común ocurrencia entre los locutores deportivos, parece ser la génesis de esta tremenda contradicción. Jamás podrá ser un lujo cometer errores. La frase cabría para hipótesis positivas: "no nos podemos dar el lujo de vivir en una mansión", "no nos podemos dar el lujo de tener un yate privado".
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