En SEMANA, edición n.º 1.942, el columnista Alfonso Cuéllar escribió: “El 20 de julio es una fecha memorable. Y no solo porque coincide con mi onomástico”.
En esta cita, lo correcto es: “… coincide con mi cumpleaños”.
Sucede que la las acepciones de onomástica son: Perteneciente o relativo a los nombres, y en especial a los nombres propios./ Ciencia que trata de la catalogación y estudio de los nombres propios./ Conjunto de nombres propios de un lugar o de un país.
Se colige que onomástico no es lo mismo que cumpleaños, centenario o fundación; ya que ese término se refiere al día en que, según el santoral, una persona celebra la fiesta del santo que llevaba su nombre; no, la fecha de su nacimiento.
Para don Alfonso Cuéllar (y todos los Alfonsos) su onomástico se celebra el día de san Alfonso María de Ligorio, cuya conmemoración es el 1.º de agosto de cada año.
Prolifera en los medios el uso indiscriminado del término onomástico. Y dado que hasta ahora ese gazapo ha sido incorregible, bien podría ser incluido en el mosaico de problemas del curso de redacción que promociona la revista –en Bogotá– para los días 23, 24, 30 y 31 de agosto.