sábado, 17 de abril de 2021
Las 12 meridiano (12m.)
La Real Academia Española establece: «Para las doce de la mañana (del medio día) se recomienda el empleo de la abreviatura m. (del lat. meridies ‘mediodía’): “Estudiantes con carné, gratis antes de las 12 m.”». Tomado de www.rae.es/pdp/hora.
Observación ortotipográficas:
Si el texto está escrito en altas y bajas, las abreviaturas exigen minúsculas; con sus puntos y espacios correspondientes: 12 m. - 10 a. m. - 12 p. m.
PERO SI EL TEXTO ESTÁ ESCRITO EN MAYÚSCULAS SOSTENIDAS (COMO ESTE), LAS ABREVIATURAS EXIGEN MAYÚSCULAS: 12 M. - 10 A. M. - 12 P. M.
Para tener en cuenta:
• Si para las 12 del mediodía escribiéramos 12 p. m. o 12 P. M., incontrovertiblemente, generaríamos una confusión con las 12 de la noche.
• Después de las 12 meridiano (12 m.) las horas son p. m. (12:59 p. m.); y después de las 12 de la noche son a. m. (00:30 a. m.), hasta el mediodía.
• Es oportuno y conveniente aclarar que la ‘madrugada’ es la parte del día que transcurre desde las doce de la noche hasta el ‘amanecer’, tras el cual empieza la mañana; y que el ‘alba’ hace referencia a la primera luz del día, antes de que salga el Sol.
De "Majitus"
Mi hermano, Abelardo Gil, “Majitus”, me envía –desde Connecticut– su siguiente anécdota:
...
Infraganti
Cuando llegué a los Estados Juntos se me venció el permiso para estar en este país, convirtíéndome en indocumentado; sin posibilidad de manejar ningûn vehículo, asunto bastante esencial por estos lares.
Un amigo en Colombia me dijo: “Hombte, ‘Majitus’, yo te consigo –de manera legal– una licencia internacional..., con ella puedes manejar por todo los yores y los mayamis”.
Acepté. Le remití el dinero, y dos meses después me llegó el anhelado documento.
Lo metí en la guantera del carro, de tal modo que así pude conducir por muchos años sin ningún problema.
Un día iba con mi esposa para el trabajo, al ver el semáforo en amarillo le dije: “Creo que me da tiempo de avanzar”...
Así lo hice, pero... cuando estaba pasando, la luz cambió a roja; sin percatarme de que justo detrás de mi carro venía una patrulla, el agente que la manejaba –una hermosa dama– prendió las luces, y... me hizo orillar.
Con mucha tranquilidad le entregué los documentos del vehículo, junto con mi licencia internacional.
La agente de tránsito se fue hacia su patrulla; mi señora y yo observamos por el retrovisor que ella se reía a carcajadas, lo que nos extrañó mucho.
Al rato volvió a nuestro carro, y –en perfecto “inglispiquinglis”– me dijo:
—Señor Gil, son 135 dólares de multa por pasarse el semáforo en rojo; y, por favor, ¡cambie su licencia que ya tiene más de cinco años de vencida!
...
Fui muy afortunado... Quizá la chica policía notó en mí tanta belleza y se compadeció, porque otra se lleva el carro a los patios, y me impone una multa más alta...; que hubiera sido lo lógico por no tener renovada mi licencia.
Haya -Halla - Hayo - Aya - Allá - Baya - bayo - Vaya - Valla
Halla
Del verbo hallar.
Sinonimia con el verbo ‘encontrar’:
“No se halla en ninguna parte”.
Haya
Del verbo haber:
“No sé si haya bastantes alumnos” - “Espero que haya venido”.
El haya común, un árbol caducifolio (que pierde cada año sus ramas), de la familia de las fagáceas (de hojas sencillas y alternas).
A los bosques de hayas se les llama hayales o hayedos.
• Haiga es un vulgarismo.
Hayo
Mezcla de coca y sales calizas que mascan los indígenas.
Aya
Sustantivo masculino y femenino: Aya, ayo.
Persona que, en una casa acomodada, se encargaba del cuidado y educación de los niños:
“Cuando nació el primogénito, se le encargó su cuidado a un ayo”.
• Halla, haya y aya son palabras homófonas: se pronuncian igual por la mayoría de los hispanohablantes, y por eso suelen plantear dudas ortográficas.
Allá
Adverbio de lugar:
“Por allá, en el banco”.
• Voz similar a las anteriores (parónima); pero esta es aguda, mientras que las otras son graves o llanas.
Baya
Fruto carnoso comestible (guayabas, pepinos, tomates, uvas, y similares).
Bayo
Color amarillento del pelo, en algunos caballos.
Mariposa.
Vaya
Del vero ir:
“El día que vaya a la universidad”.
Interjección que significa decepción o sorpresa:
“¡Vaya..., otro año más en cuarentena!”.
Valla
Aviso publicitario en las carreteras.
Cerco para delimitar terrenos.
En atletismo, para el salto de los corredores.
Del verbo hallar.
Sinonimia con el verbo ‘encontrar’:
“No se halla en ninguna parte”.
Haya
Del verbo haber:
“No sé si haya bastantes alumnos” - “Espero que haya venido”.
El haya común, un árbol caducifolio (que pierde cada año sus ramas), de la familia de las fagáceas (de hojas sencillas y alternas).
A los bosques de hayas se les llama hayales o hayedos.
• Haiga es un vulgarismo.
Hayo
Mezcla de coca y sales calizas que mascan los indígenas.
Aya
Sustantivo masculino y femenino: Aya, ayo.
Persona que, en una casa acomodada, se encargaba del cuidado y educación de los niños:
“Cuando nació el primogénito, se le encargó su cuidado a un ayo”.
• Halla, haya y aya son palabras homófonas: se pronuncian igual por la mayoría de los hispanohablantes, y por eso suelen plantear dudas ortográficas.
Allá
Adverbio de lugar:
“Por allá, en el banco”.
• Voz similar a las anteriores (parónima); pero esta es aguda, mientras que las otras son graves o llanas.
Baya
Fruto carnoso comestible (guayabas, pepinos, tomates, uvas, y similares).
Bayo
Color amarillento del pelo, en algunos caballos.
Mariposa.
Vaya
Del vero ir:
“El día que vaya a la universidad”.
Interjección que significa decepción o sorpresa:
“¡Vaya..., otro año más en cuarentena!”.
Valla
Aviso publicitario en las carreteras.
Cerco para delimitar terrenos.
En atletismo, para el salto de los corredores.
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